El llanto desesperado de un niño alertó a los vecinos del barrio Arecayá de Mariano Roque Alonso, donde el calor infernal lastimaba a la víctima que se encontraba encadenado por los pies a un sillón y obligado a cumplir una pena demasiado cara para sus cortos 10 años.
El menor era sometido a un castigo sistemático por parte de su propia madre y preso en el fondo del patio de su casa. “Le encontramos con dos cadenas de 1 kilo y medio y candados atados. Estaba en ropas menores y sentado en el sol. Verificamos que tiene múltiples golpes en todo el cuerpo”, expresó Rosana Insfrán, directora de la Codeni de esa ciudad.
Era golpeado, no así sus hermanos menores.
El hecho fue denunciado por una desesperada vecina al sistema 911, que relató que el pequeño era maltratado con un pedazo de madera y un cable. La denunciante expresó que se escuchaban sufrientes gritos de auxilio del pequeño a altas horas de la noche e incluso de madrugada. “Le preguntaron a la gente de la casa por qué estaba en esta situación y alegaron que es porque no se queda en su casa. Que sospechan que saca dinero de sus tías, pero absolutamente nada justifica este hecho”, comentó la funcionaria.
Su tío fue detenido en el lugar para luego ser trasladado hasta la comisaría local. El sujeto contaba con arresto domiciliario por perturbación de la paz pública. Mientras que la madre se encontraba ausente durante el procedimiento, pero el niño manifestó que lo golpea cada vez que está presente en periodos de 3 a 4 días en la casa. “Lo raro es que solo a él, no así a sus hermanos menores de 7, 3 y 1 año”, afirmó Insfrán, quien agregó: “El menor dijo que el tío nunca le pegó, que la que le pegó fue su mamá”. El pequeño se encuentra a cargo de una tía materna, quien tendrá la tutela, provisoriamente, hasta que la Defesoría tome la disposición final. “Recibirá tratamiento psicológico y toda la asistencia que sea necesaria”, aseguró.