Como un león herido Jesús Benítez atacó a un ladrón, peleó con él por varios minutos, logró reducirlo y así recuperó su bicicleta.
La historia ocurrió el sábado a eso de las 13:30 de la siesta cuando el joven se dirigió al centro de San Lorenzo para llevarle a un electricista, quien debía hacer un trabajo en un departamento.
“Dejé mi bici como dos minutos en el pasillo del departamento y cuando salí ya no estaba”, dijo Jesús a EXTRA.
Comenzó a preguntar a los que estaban en la calle si vieron una bicicleta verde, chiquita y un señor le dijo que vio a un vecino suyo apodado José’i, con la bici.
“Este señor me dijo que sabía dónde quedaba la casa de José’i, quien es un conocido ladrón. Me llevó, nos fuimos en taxi, llegamos a la casa, pero el tipo no estaba”, contó.
Al llegar, los vecinos le dijeron que todo lo que robaba lleva para cambiar por droga, en una casa de la zona de Cableguy (San Lorenzo).
“Nos fuimos al lugar y allí estaban como 10 chespiritos (adictos a las drogas), y le preguntamos a la dueña de casa por mi bici y le dijimos que la Policía venía en camino y ella me la entregó”, contó.
Feroz pelea
Jesús le vio al ladrón de su bici, quiso escaparse, pero él se le tiró encima.
“Allí me rompí la frente no sé cómo, no sé si me tiró una piedra lo que sí ahora tengo es cuatro puntos en la frente”, dijo.
Después de mucho moquetearse el ladrón se rindió, llegó la poli de San Lorenzo y fue entregado.
“Hoy voy a declarar en la Fiscalía y ojalá se vaya preso porque tiene 5 antecedentes por robo”, comentó el joven.
Trajo de España
Jesús dijo que demasiado luego le quiere a su bici y que valió la pena pelearse con el ladrón y ligar un feroz syva jeka (frente rota).
“Mi bicicleta es única en San Lorenzo, porque la mandé a traer de España por medio de un amigo que me vendió más barato”, indicó.
La bicicleta es eléctrica, su batería se carga en 20 minutos y podés hacer como 40 kilómetros sin pedalear, aseguró.
Pagó en cuotas, le costó en total 5 millones de guaraníes. Ante el robo sufrido, va a candadear su bicicleta y le va a poner un antirobo.
Las bicicletas se volvieron el objetivo “preferido” para los ladrones, muchas veces cambian por drogas.