Pasar por la zona es casi una misión imposible. Los vecinos aseguran que hay dos opciones: correr o quedarse quieto y exponerse a las picaduras de las abejas.
Así describen el drama que viven en el barrio Villa Jardín de Limpio, donde unas 250 familias se encuentran en constante zozobra por la presencia de enormes panales en el tanque de agua de la ESSAP.
El problema no es nuevo. Según los pobladores, el primer panal se instaló hace más de 10 años. Incluso, el año pasado la situación se hizo viral en redes sociales, cuando se logró retirar parte del enjambre y recolectaron alrededor de 15 litros de miel. Sin embargo, las abejas permanecieron en el lugar.
Esta semana atacó a más de diez personas
Esta semana, los ataques volvieron con fuerza. Beatriz Chávez, vecina de la zona, relató a EXTRA que un niño recibió una picadura en el ojo, lo mismo que otro pequeño que vive a metros del tanque. Ambos tuvieron que ser llevados de urgencia al hospital. “También le picó a mi sobrina, que vive al lado de mi casa. Ayer volvieron a atacar”, contó angustiada.
Bajan y pican
Actualmente, no es solo un panal, sino dos, ubicados a unos 17 metros de altura. Aun así, las abejas bajan y persiguen a las personas que transitan. “Yo tuve que correr con mis criaturas y encerrarme en la pieza, porque las avispas nos persiguieron. Con este calor y el viento otra vez, ¡Dios mío, el peligro mortal que todos corremos!”, expresó.
De acuerdo con lo relatado por la vecina, más de 10 personas fueron picadas en la última semana. “Cuando se enojan, no hay nadie que les ataje. Prometieron solucionar, pero hasta ahora no hicieron nada”, reclamó.
Altos: Allí se enojaron con el apicultor
En la ciudad de Altos, los pobladores pasaron por una situación similar. Al menos cinco personas fueron atacadas, aunque ninguna de gravedad. Los bomberos llegaron hasta la zona y tuvieron que advertir a los automovilistas que circulaban por la ruta, ya que gran parte del enjambre se desplazó hacia allí.
El comandante de bomberos, Enzo Candia mencionó que hace algunos años, el panal se instaló en el ala de un avión que está en exhibición en la ciudad. Cuando, hace unos días, un apicultor intentó retirarlo, las avispas se enojaron y atacaron, pero finalmente lograron sacarlo.
¿Por qué atacan?
Consultado sobre la situación, el apicultor Ramón Morínigo explicó que las abejas reaccionan porque defienden lo que producen. “Ellas juntan miel y por eso atacan”, señaló.