08 dic. 2025

Los 5 puntos más importantes de la homilía de Monseñor Ricardo Valenzuela

En la misa central de Caacupé el obispo habló sobre la corrupción, la acumulación de bienes y la necesidad de dar sin pensar en recibir algo a cambio.

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Explanada repleta para escuchar la misa central.

Gentileza.

Ante la atenta mirada de miles de fieles, monseñor Ricardo Valenzuela estuvo a cargo de la Misa Central de Caacupé a las 06:00.

La homilía en honor a la Virgen de los Milagros de Caacupé fue bajo el lema “Denles ustedes mismos de comer, que también es el lema para el año 2026. Valenzuela explicó que trata de “hacer presente a Dios en cada pan que partimos y compartimos”.

El obispo se basó principalmente en la necesidad de que solidaridad esté por encima del individualismo, de la ambición personal y la corrupción. “«Denles de comer» significa que debemos ser solidarios ante las necesidades no satisfechas de otros y se espera que cada uno pueda contribuir a solventar esas necesidades”, expresó.

En ese marco, estas fueron algunos de los mensajes más importantes de la homilía de Monseñor Valenzuela:

1. Sobre la acumulación de bienes y tierras. La lucha por la tierra, de parte de campesinos e indígenas, es un reclamo constante ante la necesidad de una distribución más justa de los bienes del Estado. Ante esta problemática, Valenzuela dijo:

“El bien común sobre la propiedad privada. “i Ay de los que añaden casas a casas, de los que juntan campos y campos!”, es una profecía del libro de Isaías en el Antiguo Testamento que condena a los ricos y poderosos que acaparan tierras y propiedades, buscando poseerlo todo para sí mismos y excluyendo a los demás”

Monseñor señaló que las personas que solo piensan en acumular sus riquezas quedarán sin nada. “El profeta advierte que, a pesar de su acumulación de bienes, sus grandes y hermosas casas serán finalmente desoladas y sin moradores, ya que sus acciones son una injusticia que Dios juzgará”

Se refirió directamente a los gobernantes y políticos y dijo: “De ahí que los gobernantes deben tener presente la realización permanente del bien común que constituye su tarea de cada día y objetivo principal. Y aquí la honestidad debe iluminar su actuar para que sea creíble junto con un profundo espíritu de servicio, especialmente de los más vulnerables. Por tanto, corresponde a las autoridades el deber de preocuparse de asegurar por medio de leyes justas que las personas en la búsqueda del bien particular, como las empresas e instituciones estén al servicio del bien común y así seamos todos corresponsables de una vida digna de las personas”

2. Sobre la corrupción. Valenzuela señaló que la corrupción de las personas en el poder destruye al país, sin embargo, en algún momento todo cae por su propio peso.

“Una persona corrupta no es de fiar, no ama a las personas, sino que busca su propio interés. Una persona corrupta destruye a la sociedad, porque los compra, les quita confianza y rebaja su dignidad. La corrupción es una de las grandes causas del triste estado de cosas que está viviendo la nación. Como dice el profeta Isaías: “Cuando la corrupción toca su fondo, todo se cae”.

3. Honestidad del pueblo. Monseñor Valenzuela no solo señaló a los gobernantes, sino a la ciudadanía en general y señaló que todos tenemos algo de corrupción en nuestro interior y debemos de luchar contra ello. “Lograr que el gobierno, todo el funcionariado público y la ciudadanía en general, es decir, todos nosotros sea honesto, es hoy como lo fue en todos los tiempos y sobre todo en los de crisis, una misión tan imperiosa como indispensable. Sin honestidad, no se gana ninguna guerra, no se puede superar ningún problema”.

4. Las necesidades. Nuevamente hincó a los gobernantes sobre las principales necesidades del pueblo. “Para erradicar (la corrupción) debemos fortalecer a nuestro país con una educación de calidad, crear más empleos dignos y asegurar lo necesario a los servicios básicos como la salud, trabajo, vivienda digna”.

5. Dar por populismo. Una cuestión muy actual es que la gente brinda ayuda al más necesitado solo porque espera algo a cambio. Los gobernantes lo hacen en tiempo de campaña electoral en busca de votos, la ciudadanía lo publica en sus redes sociales en busca de aplausos y reconocimiento. Sobre ello, Valenzuela dijo:

“Hay personas que dan por vanidad. No desean el bien de los demás ni intentan satisfacer la necesidad ajena. Buscan sólo el placer del aplauso o la estima que suscita la acción generosa. Contra esta forma nociva de dar, el Evangelio recomienda expresamente: “Cuando ayudes a un necesitado, no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo les digo: ellos han recibido ya su premio. Tú, cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe saber lo que hace la derecha: tu limosna quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará”.

Sentenció diciendo: “Una actitud interesada desvirtúa el mérito de la ofrenda y hace indigno de la retribución prometida al generoso”.

La celebración del obispo de Caacupé no fue escuchada fue realizada ante la ausencia del presidente Santiago Peña, que Por segundo año consecutivo, no participa de la celebración central. Peña estuvo presente el jueves por su viaje a Noruega, Hungría y Uzbekistán.