Don Antonio González leyó el calvario del artesano de Luque, Darío Rojas, quien puso en venta su casa cansado de los desastres que arman los borrachos. “Leí en el diario Extra el caso de este señor y me sentí plenamente identificado, porque yo denuncié a la bodega Tomá + en dos fiscalías”, contó el entrevistado.
Comentó que la bodega, ubicada en el corazón del barrio San Vicente de Asunción, no deja dormir a los vecinos por los ruidos molestos que ocasionan los clientes. “Hace un años que se abrió, al lado de la bodega hay una fábrica con un estacionamiento muy amplio. Los muchachos que toman se estacionan ahí y ponen música a todo volumen”, indicó.
Destacó que hizo la denuncia ante las fiscalías de Medio Ambiente y de Prevención de Delito y Conciencia Ciudadana, y ambas están llevando el caso.
También se reunió con el concejal de Asunción, Elvio Segovia porque al parecer la bodega no está al día con sus papeles.
“Me pone muy nervioso, mi mamá es anciana y en la cuadra hay gente mayor; no se puede estar de los borrachos”, destacó. Afirmó que no está en contra de la venta de bebidas. Lo que no ve bien es que se junten borrachos y molesten a toda la cuadra.