09 may. 2024

Limpiavidrios rodean y rayan el vehículo de una conductora

“Si no les das plata, te derraman agua o te ensucian el parabrisas”, dijo.

20240302-003materialA,ph01_32190~001_50701254.jpg

Antes de ser demorados, los limpiavidrios fueron grabados mientras “apretaban” a otro conductor.

Gentileza

“Pudo estar mi hija, pudieron ser más agresivos. Uno no sabe lo que hubiera pasado”, expresó Carmen V, la sanlorenzana de 32 años que fue acosada por cuatro limpiavidrios en plena vía pública.

Cerca de las 9:30 del jueves último, supuestamente le exigieron que “les pague” por limpiarle el parabrisas y, ante la negativa de la joven, rayaron vaipaite su vehículo.

Todo ocurrió en menos de dos minutos, mientras se encontraba en el semáforo ubicado en la intersección de Leopardi, límite entre San Lorenzo y Fernando de la Mora.

Carmen llamó al 911 para denunciar el hecho y, una vez que se los identificó, fueron detenidos por agentes de la comisaría 15 de Barcequillo.

Se trata de Ysidro L., con antecedentes por hurto agravado y daños a medios telemáticos, Alcides Maidana, con antecedentes por hurto agravado, Oscar L., con antecedentes por robo y Jonathan P., sin antecedentes penales, quienes luego fueron liberados por la fiscalía.

“Estaba volviendo de la escuela de mi hija y me iba dirigiendo a Asunción. Tenía que entrar a la izquierda en Leopardi. Ahí siempre hay fila”, contó la afectada a EXTRA.

20240302-003materialA,ph02_31490~001_50701170.jpg

El momento en el que los limpiavidrios rodearon a la mujer.

Captura de video.

Carmen mencionó que la zona es ocupada frecuentemente por los limpiaparabrisas, a pesar de que su presencia está prohibida.

“Pero están también los limpiavidrios vamos a llamarles normales que, si le decís que no, entienden”, apuntó.

La joven mencionó que no tenía ningún guaraní, ni siquiera tenía una moneda con cuando se cruzó con los sujetos.

“Ahí ya me vinieron encima, y como siempre les digo ‘no’, pero igual empiezo a buscar (monedas). Pero me desespero porque no les vi bien, (estaban nerviosos)”.

“Les digo que no tengo y ahí le dice uno (a sus socios) ‘kóa ndopagaséi’ (esta no quiere pagar) y es ahí cuando me doy cuenta de que el otro se acerca del otro lado y se agacha. Yo pensé que iba a pinchar la rueda, pero me raspó el auto, creo que con cuchillo”, relató. Carmen amplió su denuncia en la comisaría por coacción y daños materiales, pero los policías le adelantaron que se trataba de un hecho de acción penal privada. O sea que debía contratar un abogado para demandar umía. “Cuando llegué (a la comisaría) ya estaba la pareja de uno de ellos y se tiró a llorar con su criatura en brazos, realmente fue terrible”, concluyó.