“Ya me pagaron para matarte”, fueron las palabras que Bruno Marabel, condenado por el quíntuple homicidio en “la casa del horror”, dijo a Cristian César Turrini.
Turrini está condenado a 20 años de cárcel, tras demostrarse su responsabilidad en los delitos de narcotráfico y asociación criminal, y se encuentra recluido en cárcel de Concepción, al igual de Marabel.
Su abogada, Eva De Witte, dijo a EXTRA que Marabel atacó con un estoque casero a Turrini y le dejó una herida en la mano. Lo salvaron de morir sus compañeros de celda.
“Marabel escribió también por WhatsApp. No es el primer atentado que sufre mi defendido y no estamos teniendo respuesta ni de la Fiscalía ni de los jueces”, lamentó.
Tercera vez
De Witte indicó que hay otras dos denuncias de intento de ataque contra Turrini, además de la Marabel, que ocurrió en marzo de este año.
El 18 de diciembre del 2023, día que se trasladaron 700 internos de Tacumbú a distintas penitenciarías, casi muere.
“Ese día de Veneratio (día que trasladaron a Armando Javier Rotela de Tacumbú), dos personajes entraron a su celda: ‘¿maa Turrini?, ¿maa Turrini’? (quién es Turrini)’, dijeron. Allí dos policías entendieron lo que iba a pasar y le salvaron”, declaró la profesional del Derecho.
La otra denuncia de intento de homicidio en contra del condenado fue cuando recibió una comida envenenada.
“Por hablar”
A Turrini no le perdonan haber dado nombres en su proceso de investigación en su contra. El exdire de la TV pública se habría acogido a la figura de la delación premiada, es decir, brindó información que permitió desbaratar una estructura criminal que se dedicaba al tráfico de drogas.
Entre los detenidos por su testimonio figura Miguel Ángel Servín Palacios, alias “Celular”, dueño de la carga de 2,906 kilos de cocaína incautada en octubre de 2020 en el Puerto Terport de Villeta. La droga estaba escondida en bolsas de carbón vegetal con destino final en Israel, causa donde quedó detenido Turrini y desencadenó el operativo A Ultranza.
Dicen que Turrini corre peligro en cualquier cárcel del país. Las facciones criminales (PCC, Comando Vermelho, Clan Rotela) le marcaron por “soplón”. El único lugar donde puede estar más o menos seguro es la cárcel de Viñas Cué, donde su abogada pide que esté. El juez Carlos Mendoza exhortó al director de la cárcel de Concepción que vele por su vida.