“No creo que haya querido venderle. Es mentira. Ella le quiere de corazón a su hijo”, empezó diciendo a EXTRA Ninfa Benítez (27), tía del chico abandonado en Cascavel (Brasil), que posiblemente fue víctima de un caso de tráfico internacional de niños.
Según relató, su hermana, una adolescente de 17 años, vivía con ella en Liberación, San Pedro, hasta que la criatura cumplió 1 año. Se mantenían con los frutos de la chacra. Hace dos meses, la chica fue a probar suerte como empleada doméstica en Ñemby.
Ninfa explicó que su tía, María Concepción Queiroz, instó a su hermana para que la visite en el vecino país. Aclaró que no sabe a qué se dedica. Admitió también que el menor fue llevado sin documentos. “Mi mamá se puso muy mal al saber que (su hermana) está detenida también. El papá no le hace luego caso”, indicó Benítez. Agregó que se encuentran muy preocupados. “Queremos que nuestro sobrinito vuelva con nosotros”, exhortó.
Lo llamativo del caso es que la misma Queiroz fue la que supuestamente encontró al pequeño en la calle y todo sucio, pero en ningún momento mencionó que es su pariente. Aparentemente, se trató de un invento para despistar a las autoridades brasileñas. En la vivienda de “María Paraguaya”, como es conocida, también fueron encontradas otras dos niñas sin documentaciones. La Policía Federal pedirá la ayuda de Interpol para localizar a los parientes de los menores.
Supuestamente, el bebé fue entregado a una pareja de Cascavel, en adopción, pero luego fue devuelto a la presunta traficante. “María Paraguaya” habría recibido 700 reales (unos G. 1.200.000) para los trámites, según datos de ese país.