“Mi sueldo como guardia no alcanza ni G. 1 millón, pero no pensé en eso. Yo solo vi a una joven violentada por dos hombres. Ningún padre de familia dejaría en esa situación a una chica”, dijo Severiano Benítez, guardia de seguridad de un conocido hotel de Santaní, departamento de San Pedro.
Eran las 21:00 del pasado jueves, y el trabajador estaba de guardia. En medio de la tranquila y silenciosa noche, escuchó un desgarrador pedido de auxilio. “El grito venía del costado del hotel. Pensé que se trataba de un accidente y fui a ver. En la oscuridad, una joven estaba rodeada por dos hombres. Grité que la suelten y los apunté con mi escopeta. Como no la soltaban disparé un tiro al aire” recordó el centinela.
Los delincuentes subieron a una moto y se dieron a la fuga. Un vecino que observó el hecho, cansado de la inseguridad, decidió seguirlos y el custodio lo acompañó.
Balacera
“Los seguimos hasta una calle que terminaba por una gomería. Los ladrones se escondieron detrás de un auto y empezaron a dispararnos sin parar. Una bala me dio en el brazo, no pudimos hacer más nada y se escaparon, pero ya le vimos la cara”, expresó el trabajador. Luego de las curaciones, con la fortaleza que le caracteriza, Severiano volvió a cumplir con su trabajo. Ahora, los vecinos del barrio lo saludan y lo llaman el “guardia héroe”