Cuando dos mujeres golpearon su puerta ofreciéndose a “comprarle” el cabello, Liz Sanabria jamás imaginó que estaba a punto de caer en una cruel trampa.
Según el corresponsal de la zona, Carlos Aquino, todo ocurrió el martes, alrededor de las 16:00, en su vivienda de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro. Las dos desconocidas llegaron como supuestas compradoras de cabello, aprovechándose de su necesidad económica y de su buena fe.
Liz tenía un cabello largo, hermoso, natural, que le llegaba por debajo de la cintura, y eso fue justamente lo que las mujeres apuntaron desde el primer momento.
“Me dijeron que mi cabello era muy lindo y me pidieron verlo suelto”, relató entre lágrimas a la 91.5 FM.
Al principio, Liz se negó varias veces. Les explicó que su cabello tenía un valor sentimental enorme y que no quería cortarlo. Pero las mujeres insistieron, la presionaron y le ofrecieron primero G. 300.000 y después G. 400.000 por cada mechón, asegurándole que “ni se iba a notar”.
“Me dijeron que solo iban a cortar un poquito nomás…”, recordó.
Una vez que lograron convencerla, la hicieron sentarse y le pidieron que se quedara quieta. Sin respetar el trato, las desconocidas le cortaron un mechón grande y le cortaron casi toda la cabellera de un solo tajo.
Liz pegó un grito y se levantó de golpe de la silla. “Les dije que no me iba a sentar porque cortaron todo de mí, y así no era el trato”, contó temblorosa.
Corrió y se desmayó
Las mujeres, al verse descubiertas, intentaron guardar el enorme mechón en una cartera para huir, pero Liz forcejeó con todas sus fuerzas para recuperarlo.
Después de arrebatárselo, corrió desesperada hacia donde estaba su mamá y, del susto y la angustia, terminó desmayándose. Las dos desconocidas corrieron del lugar.
Se quedó sin cabellera
Liz tuvo que guardar en una caja de zapatos la larga cabellera que le llegaba a la cintura.
La chica se desmayó del susto y pide que nadie más caiga.
Las autoridades recomiendan no permitir el ingreso de desconocidos, desconfiar de supuestos compradores que aparezcan sin aviso y denunciar de inmediato cualquier situación sospechosa.