Ídol Espínola (42) vive en el barrio Inmaculada Concepción de Luque. Trabajó desde muy joven en un banco realizando trabajos administrativos. Luego de años de servicio, la entidad quebró y quedó sin empleo. El luqueño tocó las puertas de varias empresas y financieras, pero a pesar de su gran esfuerzo, no conseguía más que entrevistas.
Aventura
Un día, 15 años atrás, decidió aventurarse en la carpintería, un oficio que siempre le gustó pero que nunca lo practicó. “Yo no sabía nada de carpintería. Pero tenía muchas ideas de muebles novedosos y empecé a practicar en mi tiempo libre, solo que me costaba demasiado” recuerda.
“Una noche no pude dormir pensando en si debía seguir con ese proyecto que, en verdad, era un sueño para mí. Al despertar, fui al taller y pude ver el rostro de una Virgen en una madera con la que estuve trabajando el día anterior. Parecía una mancha de humedad, pero yo veía el rostro”, añade emocionado.
Espínola corrió en busca de sus materiales, se puso un guardapolvo y talló “el milagro” que se había presentado ante él. “No fue la única vez, después de un tiempo apareció en la madera el rostro de Cristo y ese tallado le regalé a una chica que llegó a mi negocio y me contó que tenía cáncer”, revela.
Ídol se asoció más adelante con un experimentado carpintero de Caaguazú que le ayudó en sus primeros pasos. Con el tiempo abrió su propio negocio y creó toda clase de muebles modernos y tradicionales. La madera que más utiliza es la del árbol del lapacho, pero también crea a base del reciclado de maderas, aglomerados y palets.