El “amargo” pan de cada día de los taxistas que operan en Asunción es el peligro de los que fingen ser pasajeros con el fin de robarles lo que recaudan en una jornada de trabajo. Otro de sus temores es transitar en zonas peligrosas. Debido a los reiterados asaltos, paradas de taxi del Área Metropolitana tienen su propio “mapa” que les limita hasta dónde ingresar.
“Somos víctimas de ‘chespiceros’. Cansados de eso, hicimos una reunión con los compañeros para establecer los límites de zona y el horario”, dijo un taxista que prefirió el anonimato por temor a represalias. Añadió que solo suben a pasajeros hasta las 19:00 y que el límite de viaje es 32 Proyectadas: más abajo ya no ingresan. Su sistema preventivo de trabajo es alzar a personas que son clientes habituales de la parada.
“No llego hasta Tablada Nueva o el barrio San Felipe (en la Chacarita). Una vez casi me robaron hacia allí: me salvé de milagro”, contó a EXTRA Julián Giménez, un taxista de la capital. Sostuvo que, en su parada, “depende” del compañero para saber si va o no a la zona que le pidan los pasajeros.
Aníbal Martínez, un colega suyo, dijo que si es cliente habitual le lleva sin problema a lugares donde sus compañeros no quieren ir. “Si ya se subió conmigo en más de una ocasión, sin problema le llevo, pero de día, de noche y madrugada ya no”, explicó el trabajador del volante.
Los taxistas coincidieron en esta medida de seguridad: siempre trancan las cuatro puertas del coche y también las ventanillas subidas.