“No podía decir ‘soy combatiente’ sin tener un conocimiento profundo de lo realmente significa ser un infante”,dijo Magalí en entrevista exclusiva con la revista Diálogo.
“Quería probarme a mí misma de mis propias capacidades”, sostuvo la teniente de fragata de la Armada, Magalí Elisa María Caballero Prieto (32), la primera mujer que egresó de un curso de élite, incluyendo entrenamiento de supervivencia en ambientes inhóspitos, que hasta hace poco era exclusivo para hombres.
Maga, quien se había destacado durante el desfile militar durante las últimas fiestas patrias y también llamó la atención por su belleza en las redes sociales, aprobó las 14 semanas del Curso Avanzado de Infantería de Marina (CAVIM), una prueba que cada año inician 20 o 30 estudiantes, pero solo egresan 10.
“Fue un entrenamiento muy intenso y difícil”, cuenta en una entrevista publicada por la revista militar Diálogo, foro de las Américas, destacando las exigencias físicas y mentales del curso, para el cual debió raparse la cabeza, cargar una mochila de 25 kilos sobre la espalda y soportar las mismas condiciones que sus pares varones.
Cuenta que todos se extrañaron cuando se postuló al CAVIM y admite que realmente fueron jornadas agotadoras, pero no se rindió. “A las 3 de la madrugada con 8 grados de temperatura, mojada, muerta de frío… son muchas cosas las que influyen. Al final del entrenamiento, queda el mejor equipo”.
Afirmó que si bien los varones pueden tener mayor fortaleza fisica, las mujeres con empeño y dedicación alcanzan sus metas. “Si los hombres tienen más resistencia y muchos no logran graduarse del curso, ¿cómo podría una mujer lograrlo?”, se preguntó en la mencionada entrevista.
El curso avanzado incluye manejo de arma, entrenamiento táctico donde la fuerza, la destreza y la resistencia son los elementos principales de supervivencia. El objetivo es preparar al personal “para cumplir funciones en operaciones ribereñas, guerrilla rural, antiterrorismo y seguridad de dignatarios, entre otros”, dijo. “Hay que tener la convicción y predisposición de adaptarse a situaciones hostiles al que el personal femenino tradicionalmente no está acostumbrado”, enfatizó.
Magalí proviene de una familia de tradición militar y sueña con llegar a usar la medalla de almirante que logro su papá, el fallecido Miguel Angel Caballero Della Loggia. “Le veía llegar a casa con el uniforme militar y yo quería ser como él”, añade.
Sostuvo además que las mujeres militares quieren desarrollarse profesionalmente sin distinción de género. “Quiero desarrollar las capacidades de los infantes al máximo, ya que vamos al teatro de operaciones y tenemos que ir muy bien preparados. Esta instrucción les puede salvar la vida”.
Ya en el 2006 la teniente Caballero fue pionera en las fuerzas militares de nuestro país, siendo elegida entre los mejores estudiantes para asistir a la Escuela Naval Militar en Buenos Aires, destaca la revista Diálogo.
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