Las palabras salieron sin filtro, con nombre y apellido. En un perfil de Instagram dedicado a los escraches, Erika G. C., una joven de Arroyos y Esteros, Cordillera, fue señalada públicamente como “bandida”.
Esa imagen, acompañada de mensajes denigrantes, la puso en el centro de una tormenta que arrastra desde hace tres años.
Ella tiene 18 años y estudia Derecho. Durante ese tiempo, no solo ha sufrido el acoso directo, aparentemente por parte de estudiantes que no supo identificar, sino que también han alcanzado a sus allegados con insinuaciones sobre su persona, mencionándola sin nombrarla pero, dejando claro de quién se hablaba. Cada día, nuevos mensajes y publicaciones la perseguían y afectaban, y ella dijo basta.
El martes, sin embargo, el ataque fue directo a su persona. La joven decidió no quedarse callada y, asesorada por un abogado, presentó una denuncia por violencia contra la mujer. El juez de Paz de Arroyos y Estero, Rubén Darío Pino Leguizamón otorgó medidas de protección que ordenan a los responsables de las páginas “A FULL LOS TROCES, ANONIMOSARROYOS, FUNE ARROYOS Y ANONIMOS FINSS”, que ya no la mencionen en Instagram, WhatsApp y Facebook.
Este es el primer caso donde son denunciados los administradores de perfiles de troces. Hay varias cuentas que se dedican al “rubro”, pero los escraches siempre quedan en oparei. Según Erika, ella no quiso que ese sea su caso.
“Si dejaba así, muchas personas iban a creer que si era verdad y como las cuentas anónimas no paran, entonces hice la denuncia ”, dijo a EXTRA.
Tanto la víctima como los responsables de las páginas deberán presentarse ante el juzgado el próximo martes 1 de julio a las 9:30 con pruebas en manos y argumento.
Chantaje para borrar troce
Erika contó a EXTRA que muchos de los perfiles fueron eliminados y se volvieron a crear.
“Ellos se manejan con que, si vos querés bajar lo que se dijo de vos, tenés que comprar víveres, repartir (a los necesitados) y luego le pasás la foto a la persona anónima y ahí ellos borran lo que publicaron”, señaló.