Richard Villasanti y Juan Gavilán, dos jóvenes soñadores y guapos, causan furor en Concepción con sus dulces y deliciosos churros preparados por ellos mismo. En la ciudad, este masa frita es toda una novedad y en semanas, los muchachos lograron ganarse miles de clientes.
El emprendimiento nació del amor, sí, del gran amor que sentía Richard por su novia Fátima, a quien conoció por Facebook. El joven oriundo del departamento Central fue a visitarla y se quedó allá. Confiado, comenzó su emprendimiento vendiendo chipa o marinera a bordo de una moto. Una vez que entró el frente frío, preparó churros y arrasó.
Claudelina Rodríguez, una familiar y amiga de los jóvenes, contó que Juan quedó muy entusiasmado con este negocio que decidió armar dos carritos, uno para él y otro para Richard. De esta forma, desde el pasado 31 de mayo, ambos arrasan en sus dos locales con los churros.
Venden más de 1.600 churros por día, cada uno prepara más de 800. Debido a que el negocio creció, ya contrataron a tres jóvenes para que les ayuden a preparar la masa y a realizar delivery.
Richard había aprendido a preparar y vender los churros con su papá en la Costanera de Asunción.