Una tupida y larga barba blanca cubría su rostro. Apenas se podía ver su sonrisa.
Por unas horas decidió cambiar de uniforme y optó por el traje rojo, que terminó convirtiéndolo en Papá Noel.
También cambió la patrullera, y, si bien no había renos y mucho menos un carruaje mágico, una motocarro facilitó la misión.
Así Ricardo Servín, jefe de la Comisaría de Campichuelo distrito de Cambyretá, Itapúa, dejó por un momento su tarea como policía, para llevar alegría a un grupo de niños que viven en una zona vulnerable.
“Agradezco a muchas personas que colaboraron con esta causa, es una manera de cumplir con una promesa y agradecimiento a Dios y a la Virgen de mi parte por la recuperación que tuve luego de un problema de salud, y la verdad que nos puso muy feliz por poder llegar a estas familias y especialmente los niños de algunos sectores muy necesitados”, explicó el Santa Claus itapuense.
Todo el barrio se llenó con el espíritu navideño tras la visita sorpresa.
Servín contó que recibió la ayuda de muchas personas para poder juntar los regalos.
“Hemos comunicado de nuestra idea al director departamental de la Policía Nacional quien nos dio el visto bueno incluso para que hagamos el recorrido en la patrullera pero que no pudimos realizar por un problema mecánico, finalmente tuvimos la colaboración voluntaria de un amigo que nos facilitó un motocarro con el que pudimos trasladar los presentes hasta los diferentes puntos”, señaló.
El gesto del suboficial acaparó las redes sociales y se ganó la admiración de la muchachada.