El reencuentro de José Benítez, el carnicero de Pilar, y Enrica Locatelli, su hermana perdida, tuvo mucha repercusión en Paraguay, también en Italia, allá por el 2021.
La italiana fue adoptada y llevada a Europa. Antes de morir, su mamá le contó que era adoptiva y ella comenzó a buscar a su familia paraguaya.
Marido de Enrica pidió que José no la moleste, he’i
Había muchas dudas porque el primer resultado de ADN que ambos se practicaron salió negativo, pero el segundo confirmó que son hermanos de sangre. La italiana cuando eso estaba en un reality en su país.
Nueva hermana
Sin embargo, la duda se instaló nuevamente en la familia paraguaya, luego de que apareciera otra chica que al parecer es la verdadera hermana perdida del pilarense.
José contó que luego de esta revelación Fabio, el marido de Enrica, le prohibió que hable con ella. Incluso, las veces que se veían, él se ponía celoso.
“Estamos confundidos, yo estoy seguro de que no es mi hermana (por la italiana) porque apareció otra hermana en Argentina”, he’i.
José dijo que fue Enrica quien la encontró. “Pasaron los meses y Fabio ya se puso celoso, no quería que le envíe mensaje a Enrica y le prohibió también a ella. Después le envió un mensaje a mi señora y le explicó que no somos hermanos”, mencionó el pilarense.
En el chat de WhatsApp, Fabio le menciona a la doña que está enojado porque José le envía mensajes extraños a Enrica. Además asegura y le reitera que ella no es su hermana. José ahora cree que alteraron el ADN. El primero, que salió negativo, fue a través del hisopado y el segundo con los pelos de ambos, muestra que Fabio se encargó de recoger.
“Cuando nos fuimos a Italia, Fabio no quería que hable mucho con Enrica, no quería que le abrace, si ella me abrazaba él le miraba mal. Después le dije a mi señora ‘esto es medio raro’”, detalló.
En busca de sus raíces
Encontró a José y sus demás hermanos.
Enrica, hoy de 43 años, es de nacionalidad italiana en papeles, pero nació en Pilar el 1 de enero de 1981. Allí fue entregada a unos sacerdotes y estos a su vez a sus padres adoptivos. Antes de que su madre muera le contó la verdad a Enrica y desde esa vez ella buscó sus raíces. Coincidía que la mamá (finada) de José, quien también tiene otros hermanos, le arrebataron a sus mellizos: una nena y un varón.
José pide una tercera prueba de ADN para salir definitivamente de las dudas.