La devoción mariana se vivió de pleno ayer en Caacupé, ciudad que albergó a miles de peregrinantes en la semana previa al inicio del novenario. Después de pagar la promesa, rezar un Padre Nuestro y Ave María a los pies de la venerada Virgen, los peregrinantes fueron hasta el Tupasy Ykua.
Pero la gran cantidad de gente que llegó hasta el sitio ayer, se abalanzó para buscar aplacar el calor, lo que generó que el agua milagrosa del ykua no abasteciera a los peregrinos. El líquido de los grifos, salía a cuentagotas.
De yapa, los nervios y el cansancio jugaron una mala pasada ya que algunos hasta llegaron a empujar para poder llevar un poco de la considerada agua milagrosa.
El drama que se vivió ayer fue insólito ya que nunca antes se había secado el agua del Tupasy Ykua.
IMAGENES Y ASADITOS
Los peregrinos querían llenar recipientes con capacidad de más de un litro y no había caso porque solo salían gotas, nada más, algunos se fueron con las manos vacías. Los que no se quejaron ayer fueron los asaditeros, butifarreros y vendedores de imágenes, velas y rosarios.
Las imágenes más requeridas fueron de la Virgen de Caacupé, el pesebre y las alcancías con figuras de ranas y sapos, entre otros.
La guerrilla y la narcopolítica
El obispo de Caacupé Claudio Giménez, exhortó a los fieles a no desanimarse ante los casos como la violencia de las guerrillas, el narcotráfico, los asaltos, las muertes y robos. Condenó igualmente el aborto y la eutanasia. Al respecto, dijo que no entiende cómo se le puede ocurrir a la gente que opta por el aborto, a a quienes buscan liquidar cuanto antes la vida de los ancianos. Criticó a los que buscan legalizar el aborto.