16 may. 2024

Hombres compran kañyháme pohã ro’ysã de la yuyera sexy

Sus doñas les prohíben ir solos, pero ellos se ingenian. “Si mi señora ve que tengo el remedio, me va a reclamar”, he’i un cliente.

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Rocío Martínez, comienza a laburar desde muy temprano. Su puesto está en le barrio Caacupemí de Areguá.

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“Yuyitos del amor” es una marca registrada en Areguá.

Rocío Martínez (21) atiende un puestito de tereré y minutas, junto con Ana (27), su hermana, en el barrio Caacupemí.

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Las hermanas, Rocío y Ana Martínez.

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Iniciaron el negocio hace tres años y desde entonces le llueven los clientes, especialmente los caballeros, quienes prefieren los yuyos bien machacados de las manos de las señoritas.

Sus fotos en calza causaron polémica

Hace unos días, Rocío tomó notoriedad en las redes sociales luego de que difundieran sus fotos con una calza pegada al cuerpo, tanto así que la apodaron “la yuyera sexy”. Fue viral y se armó polémica, especialmente entre las mujeres.

La joven contó a EXTRA que al principio tomó la fama con algo de miedo, más bien por las críticas negativas. Pero gracias a la publicidad, ayer vendió toditos sus productos antes de las 11:00.

“Los hombres son los que más vienen, se quedan por más tiempo, pero cuando vienen con sus esposas eligen rápido (los remedios) y se van”,

La emprendedora dijo que las veces que sus clientes vienen acompañados de sus doñas, ellas mismas le dicen que tienen prohibido acercarse solos a su local.

Sin embargo, por rova’atâ, los muchachos se van igual, con tal de verla por lo menos un ratito.

“Un cliente vino y pidió con la bolsita nomás el remedio ‘si llego a mi casa, así ya tiro la bolsita, porque si mi señora ve que tengo el remedio me va a reclamar porque vine acá’, me dijo”, he’i la yuyera.

Hay Mala onda

A pesar de la mala onda por parte de mujeres y también hombres, por su manera de vestir, Rocío supo monetizar su éxito. Su próximo proyecto es agrandar el negocio y vender almuerzos.

“El 99 % de las personas me dijeron cosas negativas, que soy facturera y cosas así, pero si fuera así no me iba a levantar a las 3:00 de la madrugada para buscar mis yuyos, es un trabajo sacrificado”, manifestó con mucha altura.

A las 13:00 termina de vender los remedios refrescantes y a la tarde ofrece hielo y ensaladas de frutas.

Uno de los sueños de Rocío es convertirse en enfermera. Actualmente cursa el segundo año, carrera que paga gracias al pohã ro’ysã.

Lapas son muy celosas, dice

Rocío contó que las esposas son muy celosas porque sus maridos ovy’a syry cada vez que van al puesto. Ayer, muchos se acercaron al local para pedirle fotografías y saluditos a través de videos. Ella lo aceptó con gusto.

Clientes dieron la idea

El secreto para que los clientes quieran volver siempre es prepararles una mezcla de hierbas que ellos mismos apodaron “los yuyitos del amor”, de ahí surgió el nombre del local.

Menta’i, burrito, agrial y jengibre son las plantitas y una mezcla “secreta”, según le bajó Rocío.