Marco Bogarín, el conductor, dijo estar harto de ser extorsionado. “Hice eso porque estaba harto, no porque haya tenido un mal día”, dijo el hombre del hacha, que enfrentó a tres limpiavidrios. Marco Bogarín, fotógrafo, estaba con su esposa y su hijo de 5 años; el semáforo dio rojo, se detuvo y al ver que un limpiavidrios se acercaba le dijo tres veces que no. “No tenía monedas porque unas cuadras atrás tuve que pagar por el servicio, que no había solicitado”, resaltó el hombre.
El limpiavidrios actuó con prepotencia, entonces el conductor bajó y le gritó que se fuera, luego volvió a subirse. “Se paró junto al auto, esperando que me mueva para romper el vidrio”, aseguró.
El fotógrafo descendió nuevamente, esta vez con una pequeña hacha en mano, que manifestó tiene siempre en su auto para usarla como herramienta en caso de que lo necesite y también por seguridad.
Los limpiavidrios agarraron unas botellitas y las rompieron para amenzarlo. “Mi esposa les pidió que no me hicieran nada, les dio comida y ahí se calmaron. A la noche mi hijo me pidió que no volviera a hacer eso, estaba asustado y pensó que me iban a herir”, agregó Bogarín.
“No estoy orgulloso del hacha, pero qué desprotegidos estamos, me enfrenté a tres limpiavidrios y ningún policía alrededor”, comentó el hombre.
SEGUNDA VEZ
Es la segunda ocasión que el hombre del hacha reacciona contra los limpiavidrios. En víspera de Nochebuena le pidieron su “colaboración” por Navidad, a lo que no accedió, entonces golpearon su vehículo, lo que generó su enojo.
“Recibí apoyo de gente que pasó malos momentos a causa de estas personas, lastimosamente ninguna autoridad se acercó, ni siquiera para preguntarme por qué tenía el hacha”, dijo el conductor.
En cuanto al proyecto de prohibición de limpiavidrios que será estudiada mañana en la Junta Municipal de Asunción, opinó que sería una solución que abrirá la puerta a otros problemas.