Cargó su maleta y se fue. Elodia B. (81) estaba enferma y debía seguir un tratamiento en Argentina por un problema en los ojos, que necesitaba atención constante.
Antes de irse, a finales del 2023, confió todos sus bienes a su hijo adoptado Freddy S., un policía. Le dejó la casa de Ñumi (Guairá), los animales y hasta una tarjeta de débito de la tercera edad, para que Freddy manejara sus cosas mientras ella estaba fuera. Durante su ausencia, recibía dinero cada mes para sus gastos, aunque no era todo lo que cobraba, pero confiaba en que su hijo se encargaría de todo.
Pasaron los meses y, el 25 de junio de este año, llegó el día de volver a su hogar, con la esperanza de encontrar todo en orden. Pero al abrir la puerta de su casa, la realidad la golpeó. Solo había un colchón viejo y un ropero, todo en muy mal estado.
De las 11 vacas que había dejado, solo quedaban 3. Cuando preguntó a Freddy qué había pasado, él le dijo que había vendido los animales y que le había enviado todo el dinero. Sin embargo, Elodia asegura que eso no era verdad. Solo recibió una suma de G. 1.000.000, muy lejos de lo que correspondía. Además, cuando pidió su tarjeta, Freddy, supuestamente se negó a devolvérsela.
Esto la dejó sin dinero y sin control sobre los bienes que eran de su familia desde hace décadas.
Al verse desprotegida, Elodia fue hasta la comisaría 18° y denunció a su hijo por violencia contra la mujer. Allí contó el calvario que estaba viviendo. “La señora también relató que tenía miedo”, explicó a EXTRA, la comisario Liliana Morínigo, jefa de la sede policial. La doña también denunció que su nuera, la había amenazado de muerte, porque su intención supuestamente sería quedarse con sus terrenos. Por eso, no se atrevía a enfrentar al uniformado. Su preocupación era de que Freddy intentara quedarse con todo, incluso excluir a sus dos hijos, también adoptados, usando los bienes para su propio beneficio. Su único deseo era recuperar su tarjeta.
Acuerdo
La propiedad de la familia es extensa. Tiene 20 hectáreas, con la casa de Freddy, la vivienda de otra hija, una cancha de fútbol que la comunidad utiliza, un terreno donado a la iglesia y piquetes con árboles frutales y una naciente de agua.
Todo esto estaba bajo la administración de Freddy mientras su madre estaba en tratamiento, según un acuerdo homologado por el juzgado en octubre de 2023, tras la muerte de su esposo.
Superiores ya están al tanto
El acuerdo entre ambas partes (madre e hijo) también indicaba que cualquier decisión futura sobre los bienes debía ser tomada de común acuerdo entre los tres hijos adoptivos y la mamá. La intención principal era garantizar que la familia mantuviera sus propiedades en buen estado y que Elodia pudiera realizar su tratamiento tranquila.
La comisario Morínigo manifestó que el agente policial (hijo de Elodia), quien presta servicios en su comisaría, ya fue puesto a disposición de la Dirección de Policía de Guairá.
“Desconozco si ya le devolvió o no la tarjeta”, refirió Morínigo.