Desde las suspensiones de actividades de misas y otras aglomeraciones, la iglesia ha sentido también la disminución de aportes de sus feligreses, con los que normalmente mantienen el templo.
El padre José Benítez, rector de la Basílica de Caacupé, por ejemplo, contó que tuvieron que recurrir a un préstamo para poder preparar la festividad mariana más grande del país.
“Hicimos un préstamo de G. 200 millones. Ya tuvimos unos 450 millones de guaraníes de pérdida por esta pandemia. Los gastos mensuales que tenemos son de unos G. 80 millones”, explicó el religioso a la 800 AM.
Lamentó que, por culpa de la reducción de ofrendas, se tuvo que disminuir también el personal “porque los números no cierran”.
En las últimas semanas, en Cordillera se ha dado un pequeño aumento de casos, más de la mitad corresponde a Caacupé.
El domingo último estuvieron 100 personas en la misa central de la mañana, todos fueron anotados con antelación.
“Afortunadamente se cuenta con el protocolo que permite un mayor control por parte de las autoridades. El número de personas permitidas dentro de la Basílica es de 100 personas y fuera de ella, 150. A partir del 28, ya las misas serán sin presencia de los fieles para todos los horarios”, dijo el religioso.
El sábado 21 y domingo 22, se realizará la colecta anual diocesana con el lema “Tu generosidad fortalece tu iglesia”. La recaudación busca alivianar algo la situación actual.