A pesar de que el dengue segó la vida de un joven en la ciudad, los vecinos de Pa’i Ñu, Ñemby, no parecen temer al mosquito transmisor del mal y tampoco hacen mucho por eliminar los criaderos. “En la zona hay muchos arroyitos y los vecinos no quieren encargarse de limpiar”, señaló Delfín Amarilla, padre de Elías, el muchacho que murió por dengue el pasado 16 de febrero.
Según los vecinos, una vez por semana los funcionarios de Senepa van a fumigar la zona para combatir el Aedes aegypti. Amarilla también cuestionó que el desagüe que está al entrar al barrio no se limpia y que cuando llueve el agua se queda estancada, lo que asegura un criadero.
Tres afectados hay en un barrio roquealonseño
En el barrio San Luis de Mariano Roque Alonso, donde falleció Marcela Pereira (50), exigen a la comuna que limpien los patios baldíos, ya que actualmente tres lugareños están con el mal. “Mi hermano, mi cuñada y mi hijo (están con dengue) y antes, otros cuatro de la familia, entre ellos mi prima que murió”, dijo Exa Martínez, prima de la víctima fatal.
A unos 30 metros de la casa de los afectados se encuentra un patio baldío lleno de malezas. Allí hay una naciente donde abundan las larvas de los mosquitos. Pobladores cuestionan que los seneperos no fueron a fumigar ni una sola vez la zona, a pesar de que ya hubo una muerte a raíz de la enfermedad. “Cada cinco días corto todo el pasto de mi casa y los vecinos hacen lo mismo. Acá la gente no es puerca, lo que hay es un yuyal donde se crían los mosquitos”, manifestó la doña.
Nicolás Aguayo, director de Senepa, dijo que en el barrio Ricardo Brugada (Asunción) nada ha cambiado luego de la muerte de dos lugareños por dengue. Cada semana van los seneperos para fumigar, pero en vez de encontrar menos criaderos, se topan con más. “Definitivamente, no se interesan por eliminar los mosquitos”, se quejó el funcionario.