14 may. 2024

Hackeaba sus cuentas, la acosaba y la mató atropellándole varias veces

El joven ya está imputado por feminicidio y podría ligar 30 años de cárcel. Por violencia, tenía prisión domiciliaria que violó para ir a “pescar” por ella.

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Así quedó el auto con el que la mató

Gentileza

Katia Monserrath Brítez Torres iba a cumplir 21 años en 4 días. El 1 de setiembre planeaba pasar con su familia y amigos, pero Osvaldo Luis Zaracho Fernández la mató ayer.

El muchacho esperó pacientemente en el pasillo de la casa de su expareja hasta que ella llegó cerca de las 7 de la mañana.

Katia bajó del auto de su amigo con quien estuvo por el centro de Asunción sin darse cuenta que su expareja de 21 años, de Fernando de la Mora, estaba “pescando”.

Ella caminó un poco y fue atropellada varias veces por el coche manejado por su exnovio, incluso ya estando totalmente indefensa. El griterío seguido de desesperados llantos paralizaron las calles San Ignacio, casi Eloy Fariña de Núñez y Lucia Ortíz, del barrio San Isidro de Lambaré.

Katia fue auxiliada al Hospital de Lambaré, donde murió horas después.

DENUNCIA ANTERIOR

El comisario César Caballero, de la comisaría 17, contó que en febrero la mujer ya había denunciado a Osvaldo en su dependencia por violencia doméstica (psicológica y amenaza). Por eso tenía arresto domiciliario en Fernando de la Mora, del 26 de febrero, firmado por el juez de San Lorenzo, Juan Recalde. El joven violó su arresto y fue a cometer el horrendo crimen.

La fiscal Laura Romero imputó a Zaracho por feminicidio y solicitó su prisión preventiva.

Romero detalló los antecedentes del círculo de violencia del que fue víctima la mujer.

“Él ya venía incumpliendo el arresto, incluso habría ingresado a la casa hace un mes más o menos con un arma de fuego, porque el joven hackeaba las cuentas de Katia y veía que ella hablaba con otras personas. Ella siguió su vida normal, una vez que ellos terminaron. Empezó a hackearle las cuentas a ella y a su hermana mayor. O sea, venía acosándole de una manera impresionante”, dijo a NPY.

Según el testimonio de la hermana, el muchacho siempre violentó a Katia, pero ella no lo denunciaba porque estaba cansada de los pleitos judiciales, hasta que la convencieron de hacerlo. Desde entonces, estaban separados. Por su parte, una pariente del autor dijo que nunca cortaron.