Tempranito llegaron agentes del departamento de Homicidios de la capital hasta las calles 36 Proyectadas y Antequera del barrio Santa Ana de Asunción. Los investigadores tenían fijo su objetivo en las evidencias que podrían involucrar a Walter Tadeo Caballero Giménez en el asesinato del profesor Roque Marcelo Fernández Balbuena, ocurrido el pasado 17 de junio en el club Coronel Escurra de barrio Obrero.
Eran las 6:00 de la mañana de este viernes, cuando las botas policiales coparon el vecindario, pero lejos de encontrar algún indicio que pudiera ayudar en el esclarecimiento del estremecedor asesinato, se toparon con un muchacho de 23 años, que había sido no cumplía como debía con su hijito.
“Nos fuimos en busca de evidencias del homicidio ocurrido hace dos semanas atrás pero el detenido no guarda relación con el hecho. Fue capturado porque tenía orden de captura por incumplimiento del deber alimentario”, detalló a EXTRA el comisario Karim Correa de Homicidios.
El detenido fue identificado como Lucas Adrián González Aracayu, de 23 años, quien para colmo de males tenía en su poder la chapa de una motocicleta que fue denunciada como robada en sede de la comisaría 21 local días atrás. De su poder se incautaron también dos celulares.
El crimen
Roque Marcelo Fernández Balbuena fue asesinado cuando estaba por retirarse de un encuentro al que asistió como invitado de un amigo en el citado club. El criminal ingresó al lugar pidiendo que le invitaran un plato de pescado que compartieron minutos antes, pero cuando le dijeron que ya no había, pidió la llave del auto que estaba estacionado fuera del predio.
El vehículo resultó ser de Roque Marcelo, a quien el asesino obligó a arrodillarse para sacarle las llaves y luego le disparó a quemarropa por la espalda. La víctima murió al instante, el autor huyó pero abandonó su furgoneta a tres cuadras cuando se activó el cortacorrientes. El hecho quedó grabado en los circuitos cerrados del lugar.
Días después fue detenido Walter Tadeo. En su poder se hallaron algunos elementos como ser armas pero aún no existen evidencias claras que lo vinculen al homicidio. “Las armas que se habían incautado en poder del detenido fueron llevadas al laboratorio forense para su inspección”, acotó Correa.