Un anillo, un zapato, una cicatriz en la pierna, un platino y unas llaves de moto fueron las pistas que llevaron a la familia Alfonzo Penayo a pensar que el cadáver calcinado que se encontró el viernes era de Juan Ramón (20).
Al confirmar estas características, que coincidían con el joven desaparecido, el Ministerio Público entregó el cuerpo a la familia; sin embargo, se dieron cuenta de que se trataba de otra persona cuando el muchacho llegó vivo a su velorio.
El fiscal Armando Cantero explicó que el cuerpo fue llevado a la morgue de una universidad privada para realizar los estudios y determinar la identidad. Hasta el momento no se sabe de quién se trata, por lo que aguardarán unos días más a que algún familiar aparezca.
40Pruebas de ADN
La Fiscalía General tiene presupuestadas de 35 a 40 pruebas de ADN, a un costo de entre G. 6.000.000 y 7.000.000.
“El cuerpo es bastante similar (a Juan Ramón), de contextura delgada, de entre 20 y 25 años. Les dije a los familiares que para estar seguros hagamos un ADN, pero ellos ya quisieron llevarlo. Es algo muy cultural también enterrar al difunto lo antes posible. Hacer esta prueba lleva un mes y medio”, explicó.
Dijo que la Fiscalía General tiene presupuestadas 35 a 40 pruebas de ADN, para cualquier caso, pero se priorizan las pruebas de paternidad en casos de violación.
“La falta de estructura es otro problema. Lastimosamente hay una sola morgue judicial, que está en Asunción. Los demás deben ir a hospitales regionales. En nuestro caso, a universidades, porque la regional no puede ni formolizar. Al segundo día ya comienzan a reventar los cuerpos”, dijo. Agregó que hasta el momento le tocó tres cuerpos difíciles de identificar. “Vamos a esperar 22 días, máximo. Después pediremos un lugar en el cementerio municipal”, especificó.