Don Daniel Garcete Ortiz, oriundo de Tebicuary, del departamento del Guairá, tiró la casa por la ventana cuando obtuvo su jubilación.
Patricia Garcete (41) junto a sus hermanos, tíos y primos, organizaron la fiesta sorpresa para el “papá guazú” de la familia.
Daniel logró jubilarse a los 65 años de edad y con 25 años de aporte. Es soltero y no tiene hijos.
Siempre fue muy sacrificado: 19 años trabajó en la Azucarera Tebicuary y luego otros 12 años como personal de limpieza en el IPS.
Durante su época de limpiador, don Daniel trabajó en horario nocturno.
“Se perdía las fiestas de cumpleaños, las reuniones familiares, trabajaba en feriados, hasta Navidad y Año Nuevo él estaba en el hospital”, apuntó su sobrina.
Corazón de la familia
Patricia señala que su tío es la persona más cariñosa de la familia Garcete.
“Él es muy bueno, alegre, carismático, sencillo. Es el primero en dar los buenos días en el grupo de la familia”, indicó.
Don Daniel siempre está pendiente de cada una de su gente. “Sabe el cumple de todos y cuida mucho de sus sobrinos-nietos, él es nuestro papá guazú”, manifestó Patricia.
Ahora que ya no está trabajando, el señor Garcete disfruta de la tranquilidad de su hogar.
“Está tan contento. Dice que se siente libre, disfruta del tereré en la vereda de su casa donde saluda a todos los vecinos que pasan”, acotó la joven.
Dani, como le dicen de cariño, no extraña la rutina laboral, por lo menos por ahora.
“Hace lo que quiere, recorre la casa de nuestros parientes en bicicleta y tiene más tiempo para rezar su rosario para quien necesite”, dijo.
La fiesta de jubilación fue sencilla, pero muy divertida.
Adornaron con los colores azulgranas por su querido Club Cerro Porteño. Comieron asado, sopa, chipa guazú y, por supuesto, no faltaron las cervecitas.
Las rubias espumantes animaron a don Daniel a bailar con su familia. Practicaron unas coreografías y lo compartieron en TikTok. La gente aplaudió la buena onda.
