Dolor. Los cuerpos fueron velados en el lugar donde se produjo el crimen.
Tomándose de la cabeza y negándose a aceptar la tragedia. Así estuvieron ayer los familiares y amigos de Natividad González (55). La mujer fue velada en su domicilio tras ser degollada por su marido Juan Pereira (52), quien posteriormente se suicidó.
“Yo pasé temprano por su casa y vi que sus animales estaban atados todavía y eso era raro. Le llamé a mi señora para que vaya a revisar si estaban bien y ahí le encontró a la niña tirada en el piso y salió a pedir auxilio”, contó Florencio Aquino, vecino de las víctimas fatales.
Según relataron los pobladores de la colonia Presidente Franco de San José de los Arroyos, los Pereira-González eran buena gente y siempre participaban en las actividades de la capilla. “Ellos eran pareja guía en la iglesia Virgen del Rosario, por eso nos extraña lo que hizo Juanchi”, señaló Josefina Arias, amiga de la familia.
En febrero, la señora Natividad había denunciado a su marido por violencia familiar, pero el caso no prosperó porque ella no quiso que su marido fuera a la cárcel. “Yo le hablé bien esa vez y ella me dijo que, como estaba enferma, quién iba a cuidar de ella si se iba de la casa o a la cárcel”, recordó Josefina.
Luego de este problema, los dos se comprometieron frente a un sacerdote a no pelear más. La condición era que si el señor la volvía a maltratar, él debía irse de la casa.
Aparentemente, los celos de Pereira fueron la causa de tan terrible desenlace. De acuerdo a los datos policiales, el hombre utilizó un machetillo para cortarle el cuello a la mujer.