Los sueños de superación y las enormes ganas de estudiar motivaron a Jorge Omar Ramírez (27), un vendedor ambulante de Encarnación, quien había ingresado a la facultad y ahora ya es alumno regular del tercer año de la carrera de Derecho de la Universidad Nacional de Itapúa.
“Cuando estaba vendiendo mis cosas por la calle y veía que pasaban en los camiones (micros) los estudiantes, los ingresantes... eso a mí me motivaba mucho y decía: ‘Ojalá algún día yo sea como ellos’”, expresó el joven, quien vive en el barrio San Pedro, Etapa 5, de dicha ciudad.
Contó al portal Más Encarnación que desde hace 15 años trabaja en la vía vía pública, donde ofrece “artículos para vehículos, que son por ejemplo limpiaparabrisas, vendo discos, de todo un poco”. Primero fue lustrabotas y luego vendió remedios yuyos, antes de dedicarse a su actual actividad.
Jorge se siente orgulloso de sí mismo, ya que está consiguiendo estudiar “a pesar de los ladrones de sueños, que te dicen que no vas a poder ingresar porque no tenés posibilidades económicas”. “También hubo personas que me ayudaron, porque a veces no tenía saco, no tenía pantalón y teníamos que ir a rendir de forma elegante y había personas que sí me prestaron sus trajes”, recordó, en un tono de agradecimiento.
Llamado a autoridades
“Cualquier persona que tenga un sueño de estudiar, puede, a pesar de las dificultades que tiene la vida”, reflexionó y lanzó un llamado a las autoridades, para dar más oportunidades a los jóvenes que quieren superarse “sin mirar apellidos ni prerrogativas”. Recalcó que, gracias a lo que gana de las ventas, puede sostener a su familia y a la vez estudiar.