Con un carrito de supermercado cargado de mercaderías, estudiantes llegaron ayer a la sede del Ministerio de Educación y Cultura a fin de entregar los a la ministra Marta Lafuente quien, a través de licitaciones, estaba por adquirir insumos supuestamente sobrefacturados para sus reuniones.
Un ejemplo muy discutido fue la chipa que tenía un costo de 80 mil guaraníes el kilo, mientras que la botella de agua de medio litro fue cotizada a 10 mil guaraníes.
Para administrar
En ese contexto, la lista de provisiones que los jóvenes entregaron al MEC estuvo compuesta por frutas, jugo, café, cocido, leche, chipa, termos y hasta una calculadora, para que Lafuente y su comitiva “puedan aprender cómo administrar el dinero público”, dijo uno de los alumnos durante la entrega. En todos los insumos gastaron poco más de G. 600.000, mientras que la cartera abonaba G. 154.000.000.
“Nos indigna porque es un precio demasiado alto para gastar en estas cosas tan superficiales; nosotros compramos a un precio muchísimo más barato y compramos más de lo que ellos iban a adjudicar en su licitación”, dijo Johanna Romero, secretaria general de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios.
Cuando los manifestantes ingresaron a la sede ministerial, Francisco Borja, representante del Centro de Operación en Emergencia, aguardaba la donación. El funcionario agradeció el gesto e indicó que los víveres serán entregados a instituciones educativas afectadas por la crecida del río. Sus palabras no cayeron bien a los estudiantes, quienes manifestaron su deseo de que las mercaderías sean vistas como una oferta, como lo fueron “la chipa y el cocido de oro”.