Eran las 23:30 del jueves y Juan Carlos Acuña no hacía rato que había tomado su guardia en la empresa Planagro, una fábrica de fertilizantes situada en el kilómetro 32 de la ruta internacional PY02, en Minga Guazú.
Con sigilosos pasos, un solitario delincuente ingresó al lugar cortando el tejido de alambre perimetral y fueron hasta la caseta de guardia, donde Acuña estaba. Le dispararon dos veces: una en el hombro derecho y otra en el abdomen. La bala tuvo orificio de entrada y salida. Mientras él intentaba pedir auxilio, el delincuente se apoderó de su escopeta calibre 12 y se alejó del lugar.
Con las pocas fuerzas que le quedaban, la víctima pidió auxilio a su hermano, Cristhian Gabriel Acuña, quien llegó al lugar lo más pronto que pudo en un auto particular y lo trasladó hasta el hospital del trauma de Ciudad del Este, donde quedó internado.
Los policías fueron avisados del hecho a través del 911 y agentes de la subcomisaría 52 local llegaron al sitio y encontraron el corte del tejido de la parte trasera del predio a través del cual se presume ingresó el supuesto autor. Dentro de la propiedad pudieron también encontrar los rastros de sangre en el piso de la caseta de seguridad, de donde fue auxiliado el guardia por su hermano.
También constataron que dentro de la fabrica no se llegó a ingresar. En el lugar se hizo también presente personal de Investigación de Hechos Punibles y personal de Criminalística. El hecho fue comunicado a la fiscal de turno Abg. Zunilda Ocampos.