Juana y Juan Ojeda. Doña Gertrudis Martínez contó la historia de su hija Juana Ojeda, que ayer, en un acto de amor, recibió el riñón de su hermano Juan en el Hospital de Clínicas. La joven de 24 años se enteró de que tenía problemas en el riñón cuando su mamá le pidió hacerse unos estudios, pues estaba terminando su carrera de Veterinaria.
Enfermedad silenciosa
“No se quería ir al principio. Después, en agosto del 2014, se fue a hacerse los estudios y le salió la urea y la creatinina altas. La doctora le dijo que se repita a los 10 días porque podía ser un error en el laboratorio o en los reactivos. Repitió la prueba y, en vez de mantener esa cantidad, aumentó diez veces más”, relató la mamá.
De San Juan Bautista, ciudad del departamento de Misiones, Juana se trasladó a Asunción para consultar con profesionales. Detectaron que padecía de insuficiencia renal, por lo que recibió diálisis. Tras un año y un mes de sesiones, finalmente, ayer fue sometida a un trasplante gracias al riñón donado por su hermano de 27 años. Cuando Juan supo que la joven necesitaba un donante y, pese a las advertencias de su madre de que su vida cambiaría por completo pues quedaría con un solo riñón, no lo pensó dos veces y demostró su gran amor por ella.
“No sé cómo explicar esta alegría que tengo por la decisión de mi hijo, para con su hermana”, dijo Gertrudis, muy emocionada. La doctora Norma Arévalo, especialista en Nefrología, explicó que tanto el donante como la receptora se encuentran en buen estado luego de la cirugía. Tras la intervención, el hermano pasó a la sala de recuperación y saldría entre mañana y el viernes.
Mientras que, Juana pasó a terapia intensiva para permanecer unas 48 horas, quedará internada por siete días y luego recibirá el alta. De la operación, que duró cerca de tres horas, participaron unos 30 profesionales.