Guapas. Terminar una palma les lleva entre 10 a 15 minutos. Dependiendo del cliente, le agregan ruda, romero y siempre vive.
A tempranas horas de ayer, Ángela Giménez (40), acompañada de su marido, fue al pindoty a traer las hojas de palma para empezar a preparar las reliquias de pindó que van a vender para el Domingo de Ramos (25 de marzo).
Con una toalla en el hombro, con la que se secaba el sudor, doña Ángela agarró un maso de pindó; usando un cuchillo, cortó las hojas y les dio forma. Una de sus hijas le ayudaba en la tarea, trenzando las hojitas al pie de un árbol.
“Desde mañana (por hoy), todas las tardes vamos a estar haciendo con mis cuatro hijos, estimamos que nos saldrá unas 500 palmas, que serán para la venta al por mayor”, afirmó la artesana que vive en el barrio Isla Aranda de Limpio.
Además de la venta por cantidad, el sábado venderá sus productos en su puesto de remedios, ubicado sobre Artigas. Esa misma tarde, se trasladará a Caacupé, donde asegura que hay más gente.
La mujer contó que aprendió a tejer las palmas a los 8 años. La técnica le enseñó su mamá, que hasta ahora entrelaza el pindó.
Precio
El costo de la palma elaborada, por unidad, está entre G. 5.000 y G. 10.000, dependiendo del modelo y tamaño, ya que también hacen uno especial para criaturas. Por docena, cuesta G. 15.000 y G. 20.000. “La ganancia que nos deja nos ayuda a comprar los ingredientes para la chipa, sopa y la última cena”, señaló doña Ángela.
Para contactar con ella, pueden llamar al (0991) 862 268.