A simple vista parecían tiernos e inspiradores cuadros. Pero en un control rutinario, perros antidrogas dieron ladridos de alerta, en el aeropuerto Silvio Pettirossi.
Los intentos de tráfico de drogas son una constante, según indicaron agentes de la Senad.
Esta mañana se procedió a abrir los cuadritos, que resultó tener doble fondo y mediante un trabajo muy minucioso se descubrió que la tapa tenía una fina capa de cocaína. Las drogas iban como encomienda aérea a Sidney, Australia.