“La gente te tantea de todo, hasta olla nos ofrecen en estas fechas”, reveló Pedro Álvarez, encargado de una de las sucursales de HB Empeños, donde acuden varias personas para hacerse de un poquito de plata y sobrevivir al considerado mes más largo del año.
Si bien el empeño de objetos aumenta en la segunda quincena de enero, en los últimos días Álvarez ya recibió conservadoras, e incluso un termo. “Lastimosamente no podemos agarrar todo lo que nos traen, hay cosas que nonos sirven para vender”, aclaró.
Sillitas de criaturas de plásticos, o sillones de cables, bolsas de boxeo, pesas y hasta cubiertos forman parte del stock de último recurso, luego de los gastos desmedidos de fin de año.
DE VUELTA
En La Plata Empeños aseguraron que incluso clientes que compraron algún artículo en diciembre vuelven con el mismo objeto para “sacrificarlo” y así aguantar el “enero puku”.
“Me empeñaron un par de botas. En enero no se sabe qué puede pasar por esa puerta”, comentó entrerisas Gustavo López, de Argor Empeños. Por su parte, Aldo Pedrozo comentó que después de las vacaciones la gente se desespera por empeñar.