Parte de los mensajes en clave que cayó en manos de la Policía Federal en la “Operación Epístola”
Fernandinho Beira-Mar manejaba desde la cárcel federal de Rondonia (Brasil) sus negocios a través de un complejo sistema de comunicación que incluía la intervención de las mujeres que hacían las visitas íntimas a los otros reclusos, lo cual fue puesto al descubierto, así como también el hecho de que el traficante tenía un teléfono especial para sus contactos en Paraguay.
El afamado delincuente, que tiene sobre sí una sentencia acumulada de 320 años de cárcel, enviaba sus instrucciones en clave a través de unos billetes que daba a los internos de las celdas vecinas quienes luego entregaban a sus mujeres durante las visitas privadas. Esos mensajes luego eran transcriptos y enviados por correos electrónicos a los familiares de Beira-Mar.
Para pasar los billetes a los otros reclusos, utilizaba un objeto atado con una cuerda inprovisada con sábanas o tejido, conocido entre los presos como “teresa”. El mecanismo sirvió para que Fernandinho no solo siguiera manejando el tráfico de drogas, sino además pudo ampliar sus negocios incluyendo venta de agua, mototaxi, gas y cigarrillos, con una ganancia estimada en 1 millón de reales por mes.
En la “operación Epístola”, realizado hoy en el vecino país, la policía detuvo a 24 personas, incluyendo a la hermana y al hijo del narcotraficante, además de varios abogados. También se difundieron videos mostrando cómo salían las instrucciones para que Beira-Mar ampliara cada vez mas sus negocios.
El primer mensaje transcripto por la Policía Federal revela que Fernandinho había recibido unos aparatos especiales que supuestamente no se podían “pinchar” y uno de ellos lo destinó para sus contactos en Paraguay. Textualmente, el traficante escribió: “Según el Dr. Lopes me pasó, esos teléfonos son encriptados y funcionan como si fueran una central y que es imposible graparlo, pagué 3.000 dólares (tres mil dólares) en cada uno. No creo que sean 100% seguros. Usted tiene que tomar mucho cuidado. Para que puedan estar en perfecta sintonía, uno se quedará con los amigos que van a vivir en Paraguay, otro con los que van a vivir en Bolivia, otro con el Dr. Lopes, otro con el Dr. Queiros, que va a ser responsable de llevar ese Al Dr. Cury ya quien sea necesario. Otro con el Dr. Jaime. Todos los mensajes que cualquiera de estos aparatos envíen o reciban llegará a los demás, con la excepción de lo que va a quedar con los Dr. Jaime y Queirós. De esta forma, todo (...) 100% transparente ".
El esquema fue descubierto luego de un año y medio de investigació; el resultado es que Beira-Mar será transferido a otra penitenciaría.
Las mujeres que ayudaban a sacar los mensajes de la cárcel recibían beneficios como el hecho de tener “transporte gratis” en la cuadrilla de mototaxis que manejaba el grupo. También se reveló que la organización transporta la droga en aviones e hidroaviones y que usaba 11 empresas para lavar dinero.