¿Quién no recuerda a Guillermito? Con su carretilla recorría las calles de Barrio Obrero de Asunción. El sonido de motores que hacía con la boca era su sello personal.
Todos sabían que era él quien se aproximaba corriendo a toda velocidad. Su discapacidad cognitiva nunca impidió que sea guapo y trabajador. Es más, siempre fue muy responsable; era madrugador y todo un caballero.
Además de ser muy querido por su amabilidad y carisma, Pelé, como le dicen de cariño es un fanático cerrista, a quien lo consideran un emblema en el barrio.
Hay muchas anécdotas sobre él, hay historias de superación, y de cómo supo transformar su dolor en alegría, a pesar de las malas jugadas de la vida.
A pesar de quedar huérfano cuando murió su abuelita, su último familiar, él nunca estuvo solo; tuvo muchos amigos. Algunos dicen que vino de Concepción.
Desde hace cuatro años, se encuentra en el Complejo Santo Domingo, un asilo de ancianos ubicado en Capitán José Domingo Lombardo, Asunción.
Guillermo Martínez, alias “Pelé” cumplió 73 años, el 10 de febrero, pero cada tanto, el Departamento Social del Ciclón visita el hogar donde están albergados 94 abuelitos, sí o sí festejan el cumpleaños de Pelé.
Todos los meses de es su día; el sábado último también se hizo una fiesta patronal en el lugar, donde no faltaron la torta y los globos con los colores de su Cerro querido.
Pelé vivió gran parte de su vida en la calle, dormía sobre la Avenida 5ta y Parapití donde apilaba cartones y basura.
Luis Benítez, vecino del lugar, contó a EXTRA que muchas personas solidarias le daban de comer todos los días.
Gracias a la publicación que hizo en un grupo de Facebook, se supo que Pelé tenía un corazón inmenso, porque cuidaba a los chicos que iban a la escuela y también les preparaba cocido negro.
Marcos Carrera, responsable del hogar, señaló a EXTRA que en esta oportunidad trajeron la murga. Cantaron y bailaron con ellos, y además compartieron un desayuno saludable con los abues.
“Pelé vivía en la vereda del club y ellos acompañaron su traslado e ingreso en el 2020, y desde ese momento quedaron al pendiente de sus necesidades y la de los demás usuarios”, detalló Carreras.
No quería dejar a sus amigos
“Él ingresó el 23 de octubre del 2020, y lloró todo un día porque no quería dejar las inmediaciones de la cancha de Cerro y a sus amigos. Pero se trabajó con el equipo multidisciplinario, hoy día ya está más que feliz en el complejo”, Marcos Carreras, Complejo Santo Domingo.
Es socio
Entraba y salía del club cuando quería
“El Legendario Pelé. Amo y señor de 5ta Avenida y de la Olla”, así lo conocían en la zona.
Pelé no se pierde ningún partido que ve desde el hogar. Antes podía entrar a la cancha la veces que quería. Hoy, su sueño es volver donde fue feliz.
“Parecía un brasilero, por eso le decíamos Pelé. Bajaba con su carretilla por la calle Antequera, en el pasillito, entre Cerro y Sol, bajaba e iba a la Salamanca. A las 6:00 de la mañana, él ya bajaba a toda velocidad y se creía que iba en un auto, tipo en marcha”, recordó Luis Benítez, vecino del lugar.