Hace dos años que Tony Filippini (40) se dedica a vender ensalada de frutas frente al Hospital Materno Infantil de Santísima Trinidad, donde también levanta suspiros… más de una le grita al pasar “el frutero pio no está a la venta también” o “si así está el vendedor, cómo será la fruta”.
Antes, el emprendedor vendía pizzas, pero encontró el éxito y la fama con este rubro. Todos los días se levanta a las 03:00 de la madrugada para cortar las frutas. A las 08:00 ya está firme con su puesto, hasta las cinco de la tarde.
Al principio estaba dentro del predio del hospital, después en la vereda, pero le sacaron de ambos lugares. Se mudó al paseo central y resultó mejor, ahora hasta los automovilistas se quedan en el semáforo para comprar.
Además, varias doñitas y señoritas que pasan por la zona no pierden la oportunidad de lanzarle un piropo y le preguntan si él no está a la venta. Con una sonrisa y la mejor buena onda, él les dice: “Este pechito ya tiene dueña”.
“Tengo señora”
“Siempre hay quienes me piropean, pero yo solo me río, me halaga, pero tengo mi señora con quien estoy hace cinco años”, dijo, dejando en claro que él no es parte del combo. Su pareja también le ayuda los fines de semana para vender. “En realidad viene a supervisar y llevar la recaudación”, bromeó.
Por otra parte, comentó que desde siempre le gustó el rubro de las ventas, porque prefiere ser su propio jefe y manejar sus horarios. En verano llega a vender hasta 200 vasitos por día y en días fríos o lluviosos igual coloca más de 100.
“Hay que ser simpático para vender más nomás”, asegura entre risas, mientras en la entrevista se escucha pedir a una clienta: “Dame cuatro potes de tu ensalada”.
SECRETO
Tony contó que tardó un año en encontrar la receta perfecta para que la ensalada de frutas que vende sea deliciosa. “Algunos dicen que es cortar nomás la frutas, pero no, todo tiene un proceso y un secreto. A mí me gusta que sea espeso, por eso licuo algunas frutas y le pongo mucha banana”, aseguró.