Eran las 08:46 de la mañana del 11 de septiembre del 2001, cuando un golpe infernal sacudió al edificio del World Trade Center, donde estaba el compatriota Héctor Jojot (55). Él, al sentir el temblor, salió a mirar en el pasillo y vio cómo parte del cielo raso se venía abajo.
En eso, uno de sus compañeros salió del ascensor con el cuerpo totalmente quemado y con la piel descascarándose, diciendo que alguien puso una bomba en el edificio.
Después de lo que viví, el sol se convirtió para mí en una nueva oportunidad”
Sin saber aún la magnitud de la tragedia, Héctor entró nuevamente a la oficina y sugirió a sus colegas abandonar el edificio, pero uno de ellos se opuso, tratando de obligar a que se queden a terminar primero el trabajo.
“Cuando dijo eso, fui a desconectar los cables de las computadoras, eso enojó muchísimo al señor que no tuvo más remedio que salir detrás de nosotros” recordó el compatriota, quien aseguró que después del atentado terrorista, ese mismo señor le buscó y agradeció por haberle salvado la vida.
Con miedo
El sobreviviente del 11-S contó que a los 22 años fue a Estados Unidos, dejando a su pequeño hijo, que todavía estaba en el vientre de su madre, para buscar un mejor futuro.
Milagro: El compatriota hace 32 años que migró a Estados Unidos y desde hace un año vive en México. Para él, salir vivo de aquel episodio es un milagro.
Actualmente vive en México y relató que, luego del siniestro, quedó con miedo de subir en los edificios altos. “Esa fecha nunca olvidaré, ni todo lo que mis ojos vieron”, aseguró.
Paraguayos que estuvieron en el atentado
Lourdes Franco es otra paraguaya que logró sobrevivir al atentado y aseguró que esta fecha es como volver a nacer.
Otros dos compatriotas, Obdulio Ruiz Díaz (quien era un arquitecto) y Charlie Samaniego (que se desempeñaba como corredor de bolsas) no lograron salir con vida de aquel atentado contra las torres gemelas.