Varias familias de , , tuvieron que pasar la noche del martes dentro de los hornos de las olerías luego de que sus casas quedaron bajo agua tras el que azotó a casi todo el país.
Una abuela de 88 años se llevó el susto de su vida cuando el agua iba creciendo demasiado rápido y le llegó hasta la cintura. Una sobrina la ayudó para que el agua no la arrastre y caminando a duras penas contra la corriente, pudieron salir a tierra firme y se refugiaron en los hornos, el único lugar seco y con techo.
En esta situación están al menos 500 familias que prácticamente perdieron todo. NPY mostró el lugar donde se están quedando los afectados que solo algunas cosas pudieron rescatar y hasta el momento no pueden volver a sus hogares.
Por otra parte, varias familias no corrieron con la misma suerte y durmieron en pleno asfalto, cuidando lo poco que salvaron y a sus animales. De momento, la SEN no se hizo presente en el lugar, según denunciaron a Noticias Paraguay.