Para cualquier persona, es demasiado importante llevar el sustento diario a sus hogares y de esto sabe mucho don Ramón Morínigo (61), quien hace dos años se quedó sin trabajo. En medio de su impotencia, aquella vez clamó al santo de la providencia, San Cayetano, que le concediera un trabajo y, al poco tiempo, así fue.
“Le pedí de corazón que no me falte pan, salud y, sobre todo, trabajo. A los tres días de oración llegó a mí una oportunidad laboral y por eso hasta el último día que me quede de vida voy a cocinar en el karu guasu como ofrenda y agradecimiento al santo”, explicó el devoto.
Festejos tradicionales
Morínigo es oriundo de Capiatá y, para agradecer al patrono de los trabajadores, se trasladó hasta la capilla San Cayetano en Sajonia, lugar donde los fieles ofrecen desde hace 50 años un gran almuerzo popular para toda la comunidad.
Durante la novena “paha” se sirvió un suculento caldo de poroto además de un locro con patitas de cerdo. Aproximadamente 100 litros del menú fueron servidos en los refugios capitalinos. “Con los niños haremos también un pan gigante de 2 metros para bendecirlo y luego repartirlo”, explicó Andrés Caballero, coordinador de la capilla capitalina. Agregó que mañana, día de San Cayetano, estarán preparando una tallarinada para unas 1.000 personas.