Los ojitos cansados y las manos ya gastadas de tanto trabajar no detienen a Saturnina Brítez quien, a sus 59 años, todavía se tira al lomo la carga de mantener un hogar. Desde joven se dedicó a limpiar las casas de los vecinos de su querido Escobar, distrito de Paraguarí.
Una de esas viviendas es la del cónsul general en Buenos Aires, Edilberto Cantero, a quien lleva sirviendo desde hace más de 10 años. La relación laboral siempre fue buena, hasta hace unos días. “El sábado pasado cumplí mi mes y me fui a pedirle que me pague mi sueldo, que es G. 300.000, pero él me corrió de su casa”, contó doña “Tunina”, como la conocen en el barrio.
Explicó que la actitud del diplomático fue porque ella también trabaja de manera abierta en favor de la campaña de la Lista 3 en la zona y que esto había enojado a su patrón (Cantero fue nombrado cónsul por HC en junio del año pasado).
Denuncia
Doña Tunina, dolida por lo que pasó, decidió denunciar al político. “No es por la plata sino porque me echó de su casa, después de que le serví durante mucho tiempo. Yo era su empleada de confianza”, lamentó.
Ayer Cantero debió presentarse ante el juzgado para llegar a un acuerdo, sin embargo, no acudió.
Intentamos conocer la versión del diplomático pero su número de celular con terminación 099 daba apagado.