A paso rápido caminaba la mujer tratando de ignorar a un joven que venía siguiéndole desde la ruta. En compañía de su hijo de 7 años, iba por la villa Conavi de Limpio, cuando el hombre empezó a acosarla.
“Tres cuadras me siguió, comenzó a hablarme, a silvarme, luego me estiró la campera”, relató la doña. Pese a que le pidió que no les siga, el desconocido no le hizo caso y continuó detrás de ellos.
Incluso admiró la belleza de su hijo y se ofreció a llevarle al retoño ka’irõ, pero la mamá se negó.
“Vos sabés quién soy yo?”, le increpó ya un poco enojado. “¡Soy policía y tengo un arma!”, le bajó.
Fuera de sí
Contó que el tipo parecía estar fuera de sí, ebrio y drogado. Le brillaban los ojos y tenía una mirada muy profunda y aunque le daba mucho miedo, ella siguió normal.
“Tenía la sensación de que, si reaccionaba, algo me iba a hacer. Presentía eso”, expresó la madre. A toda costa el chico de unos 25 años quería acompañarla hasta su casa y se autoinvitó para desayunar, pero la doñita le advirtió que su marido la esperaba en la calle.
“Justo mi vecino estaba limpiando la calle y pensó que era mi marido”, recordó la mujer.
Entonces, el policía de civil desvió su camino y persiguió a un adolescente de 14 años, que corrió a refugiarse en su casa. Ahí el agente se metió a la casa de otro adolescente y le ofreció enseñarle a disparar su arma, según la denuncia.
Las madres denunciaron en la comisaría 47 de Villa Madrid, donde hasta hacía un mes, Claudio Villalba, el acusado, prestaba servicios.
Según las afectadas, los superiores intentaron encubrirle al uniformado. “Sus camaradas dicen que demasiado le extraña a sus hijos”, manifestó L. D., otra mamá.
Todo lo ocurrido quedó grabado en cámaras de circuito cerrado del barrio.
“Se perdió”, dijo comisario
José Portillo, jefe de Orden y Seguridad de Central, dijo que el agente alegó que se bajó mal del micro y se perdió, como que hace poco vive con un camarada en la zona. Supuestamente, como la primera víctima es extranjera, ella no le entendió porque habló en guaraní.
Porque extraña a sus hijos, he’i
Supuestamente, Claudio dijo que se acercó al niño para saludarle porque le recordó a sus hijos de 1 y 5 años que viven en Canindeyú, de donde es oriundo. V. P. denunció, además, que tanto Claudio como el camarada con el que vive fueron a buscarla al barrio, como para hostigarla.
Portillo confirmó que Villalba ya fue trasladado “para tranquilidad de la población”. No obstante, la causa quedó a manos del fiscal Néstor Ruiz, para que investigue penalmente al agente.