Luego de dos semanas de laburo en una empresa del rubro gastronómico, una mujer de 42 años, fue convocada para firmar su contrato de trabajo. Emocionada acudió a la oficina de recursos humanos, pero de allí salió tristemente desilusionada.
A ella le gustaba el laburo y estaba emocionada mientras le explicaban cómo era la cuestión. Sin embargo, los responsables de la empresa, al tiempo de hacerle firmar su contrato, le dieron a firmar también una hoja sin fecha. Al consultar de qué se trataba, le respondieron que era su renuncia. “Sin no firmas tu renuncia, no vas a trabajar”, le advirtieron.
Ella no sabía qué hacer. Aunque no conocía los alcances de la Ley, sabía que eso no estaba bien y decidió no firmar papel alguno. Inmediatamente, le dijeron que no cumplió el periodo de prueba y le hicieron firmar un documento de desvinculación.
“Es una burla para la gente que está necesitando trabajo. Yo soy de Mariano Roque Alonso y la empresa queda sobre Denis Roa. Tenía un horario de 18:00 a 23:00, a veces tenía que pedirle auxilio a mis parientes para poder llegar a casa porque ya no había colectivo”, expresó la doña, quien afirmó que necesita laburar porque tiene hijos que mantener.
Era cajera y hacía atención al cliente en una empresa de comidas rápidas y le dijeron que el motivo por el cual no pasó la prueba, fue porque “tuvo faltantes en su caja”, supuestamente.
La mujer acudió al especialista en empleos Enrique López, ante esta situación y horas más tarde, finalmente la empresa le liquidó y pagó por los catorce días que había trabajado. López indicó a EXTRA que este arcaico modo de actuar de las empresa se debe a que “evidentemente no pagar todo lo que dice el artículo 91 del código laboral”.
Detalló que este habla de las indemnizaciones en caso de despido. “Habla del preaviso, vacaciones causadas, indemnización en caso de que desvinculación. Pero cuando renuncia, solo se le paga los días cursados, aguinaldo proporcional y nada más”, apuntó. Lamentó que por necesidad mucha gente acaba firmando.