Silvana López Moreira cambió los flashes de las cámaras de eventos sociales por una tarima y un micrófono. La mujer de 44 años, nieta del poderoso empresario Nicolás Bo (figura ligada al estronismo), se convirtió el domingo en la primera dama del Paraguay de la mano de Mario Abdo Benítez.
Proveniente de la clase alta de la sociedad, ahora tendrá a su cargo la reapertura del despacho, tras la ausencia de la figura en los dos períodos anteriores (Lugo y Cartes). De hecho, la entidad fue suprimida por HC, ni bien asumió en 2013.
La candidatura de su marido hizo que su presencia en distintos encuentros partidarios sean una constante, siempre tomados de la mano. Pero su lanzamiento oficial a la arena política recién se dio el 24 de febrero, justo en el Día de la Mujer Paraguaya, cuando dio un enérgico discurso en la Conmebol frente a cientos de adeptos de la Lista 1. Aquella vez habló sobre el rol protagónico del sector femenino y calificó a la mujer como el “cable a tierra” de los esposos.
Su primer amor
La historia que encierra su relación con el actual presidente de la República bien podría servir para el argumento de una telenovela. De adolescentes se conocieron y se hicieron novios, pero se separaron y cada uno rehizo su vida.
Silvana se casó con José Félix Ugarte (ganadero), con quien tuvo tres hijos. Marito contrajo nupcias con Fátima María Díaz Benza, hija de un reconocido empresario. Fruto de ese matrimonio nacieron dos hijos.
Pero al parecer el destino de Marito y Silvana era estar juntos. Luego de que ambos se divorciaran, volvieron a juntarse, pero esta vez para jurarse amor eterno. Se casaron y tuvieron un hijo, Mauri, quien ahora tiene 12 años.
“El amor eterno nunca se olvida”, escribió alguna vez el mandatario electo en su cuenta de Instagram, como TBT, sellando de esta manera el pacto que alguna vez hicieron: juntos hasta el final.
Nota relacionada:
[embed]http://www.extra.com.py/actualidad/a-marito-le-gusta-todo-lo-que-yo-cocine.html[/embed]