"¿Cómo voy a denunciar a mis hijas? Yo no quiero que sufran”, cuestionaba Limpia Concepción Giménez ante los reclamos de sus vecinas que se ofrecían a acompañarla a la comisaría para poner a conocimiento de los supuestos maltratos de los que era víctima.
“Ya había varias veces que se cometió las cosas. Siempre se peleaban, pero siempre terminaban bien. Esta vez fue la excepción”, relató a la 1020 AM Edith Benítez, una de las testigos principales de los últimos momentos de vida de Limpia y quien se armó de valor en la tarde del martes para informar a la comisaría que vio cuando la mujer de 59 años se desvaneció luego de recibir una golpiza tremenda por parte de sus hijas María Laura y Lorena Verón Giménez.
“Nosotros escuchamos cuando la señora empezó a gritar, cuando se le pegó todo mal ya. En el último por así decirlo. Los últimos golpes que ya no aguantó. Le gritó a sus hijas, nosotros desde acá también les gritábamos y había otras vecinas que también gritaban. Había hasta perros ladrando y no se entendía más bien qué lo que pasó. Gritaba pidiéndoles que le dejaran”, relató la testigo.
“Pendetavypáma piko”, fue el último reclamo que hizo Limpia a sus hijas. Ahí entró de nuevo en la pieza y al salir su hija le empujó tan fuerte que cayó desvanecida. “Cuando salimos a mirar vimos que se cayó y no se levantó más. Ahí le sacaron como si fuera un saco de papas al patio”, recordó Edith.
Roturas
Según el informe forense, Limpia presentaba roturas en una decena de costillas, seis del lado izquierdo y cuatro en el derecho que le produjeron un mortal traumatismo cerrado de tórax, que generó además un incontrolable sangrado interno en el pecho. Además de eso, también sufrió un corte en la sien izquierda que derivó en un traumatismo de cráneo.
“Casi siempre escuchábamos (las peleas), pero la señora siempre decía '¿Cómo yo le voy a denunciar a mis hijas?’, yo no quiero que mis hijas sufran, como cualquier madre”, indicó Edith, asegurando que ellos le recomendaban incluso que invitara a su hija a vivir en otro lado, pero que ella “no le quería correr”. “La chica (Lorena) se iba a mudar ya, según ella contaba”, indicó. Insistió en que Limpia siempre les pedía que no denuncien nada, “como era su hija, siempre tapaba todo”, finalizó.
El crimen ocurrió en la tarde del martes en el barrio Costa de Paraguarí. María Laura y Lorena fueron imputadas por homicidio doloso agravado tras los resultados de la autopsia ayer, por el fiscal Alfredo Ramos Manzur. Un acta de defunción emitido por el hospital regional de Paraguarí refería que falleció a causa de un infarto, situación que llevó al fiscal a iniciar una investigación paralela contra los médicos del lugar.
María Laura, de 29 años, es médica de profesión, pero cumple servicios en un centro de salud en Carapeguá. Lorena, quien todavía vivía con su madre es personal policial con destino en el departamento de identificaciones regional Paraguarí. La Policía Nacional anunció ayer una apertura de sumario contra la misma ante los graves hechos ocurridos.