Por: Paola Zapata.
Cuando se trata de drogas y alcohol, cualquiera de ellos es nocivo, pero no siempre ambos están involucrados. El alcohol es la más aceptada de las dos en la sociedad y puede ser la causa principal de los problemas en un matrimonio o relación.
En algunas ocasiones no es un tercero quien destruye, sino algo tan simple como una botella. A veces es más fácil luchar o vencer a una persona que algo inanimado… como puede ser el alcoholismo.
El más perjudicado en todo esto no es quien consume, más bien los que tienen a su alrededor, su familia, su esposa y sus hijos, que posteriormente dejan secuelas psicológicas difíciles de superar.
Las consecuencias en los hijos de padres o madres con un problema de alcoholismo pueden ser las siguientes:
- Comportamientos antisociales: respuestas agresivas, hiperactividad, delincuencia y otros problemas de conducta.
- Problemas emocionales y psicosomáticos como asma.
- Dificultades sociales, retraso escolar, dificultad de concentración, bajo rendimiento escolar y ausentismo escolar.