Angélica Verón (33) es una verdadera kuña mbarete que no le tiene miedo a nada. Con solo mirar, pudo aprender a manejar las máquinas excavadoras y, el martes, salió segundo puesto en la Competencia Nacional de Operadores de Excavadora y Motoniveladora de Cavialpa.
Ella trabajaba como limpiadora en el Poder Judicial, pero fue liquidada, por lo que comenzó a hacer empanadas y sándwiches y recorría por los barrios de Asunción. Así se enteró de que estaba comenzando la construcción de la Costanera Sur y fue a ofrecer sus productos a los obreros.
Poco después, entró a trabajar como cocinera de los constructores y de paso hacía su extra despachando combustibles.
Una profesión
“Yo siempre me esmeraba en todo lo que hacía, caminaba 2.000 metros bajo el sol para llegar donde estaban las máquinas. Esto vio el capataz de la obra y me dijo ‘te voy a dar para tu profesión’ y me mandó junto a un chofer de excavadora”, recordó la mujer.
El conductor le dijo que se pusiera detrás de su asiento y que viera todo lo que él hacía. “Me dijo él que no me va a mostrar nada, que si yo en verdad quiero aprender, con solo mirar ya iba a saber manejar y todas las tardes me iba con él, 15 días después ya me dio para manejar”, contó.
Hace tres años que aprendió este oficio que ahora le apasiona, ya trabajó en varias empresas, pero ahora mismo está sin trabajo porque la firma donde laburaba ya terminó los trabajos de excavación.
Dijo que se gana bien; a ella le pagaban más de G. 5 millones mensuales.
Concurso
“Yo dudaba en participar, pero mi papá me dijo ‘andate che rajy y traenos el premio’, me fui y entre 38 hombres y 5 mujeres, salí en segundo lugar; gané poco más de G. 1.000.000 más los premios”, dijo orgullosa la señora, que vive en el Bañado Tacumbú de Asunción.