Monseñor Guillermo Steckling indicó que pretenden recaudar G. 500 millones en venta de rifas. Con respecto a las denuncias realizadas por el laico Javier Miranda, sobre la deuda de 4.000 millones de la sede católica del Alto Paraná, dejadas por la administración de monseñor Rogelio Livieres, el monseñor Guillermo Steckling, obispo de la diócesis de Ciudad del Este, afirmó a EXTRA que se trata del monto total que dejó su antecesor. Agregó que poseen además un gasto de G. 130 millones mensuales que serán cubiertos mediante donaciones regulares de los católicos, contribuciones de entes públicos, y actividades como rifas y bingos.
Steckling indicó que no puede hablar de las administraciones anteriores pero que la cuenta total asumida es de G. 4.000 millones, lo que genera un interés mensual de G. 40 millones en el banco Continental.
Indicó que la sede religiosa es muy grande por lo que mantienen un gasto de G. 130 millones mensuales. Añadió que estos gastos serán cubiertos mediante colectas y la realización de actividades de recaudación donde piensan obtener G. 500 millones.
Por otra parte, el obispo indicó que “la idea es llegar a un sistema en que cada cristiano contribuya regularmente de manera que la diócesis se mantenga”. Señaló que “contamos siempre con la mano pública, la Gobernación colabora con nosotros eventualmente, también tocaremos las puertas de Itaipú y Yacyretá”.
Dijo que son más de 40 parroquias que deben mantenerse, entre seminarios y otras reparticiones.
Rendición de cuentas
El laico Javier Miranda en una denuncia solicitó al nuevo obispo que se haga cargo de recuperar los bienes que fueron vendidos, supuestamente por Livieres, en complicidad con un periodista.
En tal sentido, Steckling aclaró que no puede afirmar aquello. Dijo que “no me parece necesario asumir nada, la iglesia no hace rendición pública de sus cuentas, solo a nivel interno al consejo pastoral y demás miembros eclesiásticos”. Sostuvo que pueden arreglar sus dificultades sin exponerse a tribunales externos, restringido por el Derecho Canónico.