
La comunidad cristiana “Pueblo de Dios” cuenta con miles de seguidores que viven de forma aislada. Estas comunidades se encuentran en su mayoría en los distritos de Coronel Oviedo, Repatriación, Caaguazú y Nueva Toledo. La sede central ubicada en el departamento de Caaguazú cuenta con dos mil adeptos. La segunda sede está en Lambaré, que tiene unas 300 personas, según detalla la secta en su web.
Cómo operan
En Caaguazú en el 2013, el candidato colorado a gobernador Mario Varela, hizo una campaña en la comunidad. No existe registro de que candidato de otro partido los haya visitado, según fuentes periodísticas. La congregación vive en barrios cerrados donde no dejan entrar a personas que no pertenecen a su secta.
Estos se dividen por bloques, gobernados por un consejo, liderado a su vez por el pastor, que es el que negocia con el intendente de turno, quien le indica quién es el candidato que deben apoyar. Los religiosos viven ayunando y orando, resalta la web. Las palabras del pastor son una orden que no deben desobedecer.
En Repatriación, los colorados suelen lograr la victoria porque pagan al pastor alrededor de G. 150.000 por voto, dinero que no llega a los votantes, reveló a EXTRA un periodista. “Es común la compra de votos de esta comunidad religiosa y también de las indígenas”, señaló el candidato a intendente Genaro Santa Cruz de Coronel Oviedo. “Ellos son muy cerrados, es imposible acceder y los indígenas sí o sí te piden dinero. Liberales y colorados se manejan de esta manera”, relató.